martes, 14 de mayo de 2013

Luz Patricia Mejía: “El desafío es abordar el uso de las mujeres como objeto en los Medios”



Luz Patricia Mejía fue presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y actualmente se desempeña como Coordinadora del área de violencia contra las mujeres de la Organización Interamericana de Mujeres (CIM).De visita en Chile, dio una entrevista a Radio Tierra, en la que destacó que los números indican que la mayor judicialización de casos no ha sido suficiente para disminuir las tasas de violencia.
Mejía es abogada de la Universidad Central de Venezuela, y durante esta semana participará de un taller en la Universidad de Chile sobre “Derechos Humanos de las Mujeres y el SIDH” (Sistema Interamericano de Derechos Humanos).
Ciudadanía de las mujeres
-Existe un instrumento jurídico conocido como “Convención de Belem do Pará” que busca principalmente prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. En su opinión, ¿se ha avanzado en comprender que la lucha contra la violencia a las mujeres tiene que ver con la participación y ciudadanía de las mujeres en la sociedad, o se sigue aún en el seguimiento policial del hecho concreto de violencia?
- Es evidente que ha habido indudables progresos en toda la Región. Desde leyes que antes sancionaban la violencia intrafamiliar hasta leyes que sancionan la violencia contra la mujer en el ámbito público y privado, a políticas públicas direccionadas en el sentido de lograr erradicar la violencia contra la mujer y las niñas. La región americana es la región con mayor cantidad de instrumentos de protección para las mujeres y con mayor cantidad de políticas públicas.
El número de mujeres víctimas de violencia en la Región sigue siendo muy alto, el número de femicidios sigue siendo altísimo, y evidentemente ese es un paso que tenemos que seguir transitando.
Tenemos que seguir desarrollando nuevas estrategias, que van desde la estrategia educativa real, la transformación cultural y de los estereotipos, para que las mujeres y las niñas crezcamos en un mundo donde la participación y la ciudadanía plena sea efectivamente cotidiana y real.
La Región tiene en términos representativos muchísimas mujeres en situaciones de poder: presidentas, primeras ministras, ministras, mujeres en los poderes judiciales, mujeres en los poderes legislativos, nunca tanto como ahora hay una representación de las mujeres… sin embargo, cuando transversalizamos esa representación en términos de políticas públicas desde las necesidades de las mujeres, todavía tenemos desafíos que abordar muy importantes. Pero es evidente que “Belem do Pará” fue y ha sido una herramienta para las mujeres muy rica, muy grande y muy fuerte, que tenemos que seguir explotando.
El rol de los medios y la regulación de Estado
-Hace pocos días se conoció el caso de tres mujeres que permanecieron secuestradas durante 10 años por un hombre en Estados Unidos. El hecho ha conmocionado a la sociedad norteamericana, pero también en tiempos de globalización impacta en todo el mundo y en Chile. Pareciera que en la medida que en las sociedades latinoamericanas hay más mujeres profesionales e insertas en el mundo laboral, estos hechos causan horror porque se comprende mejor lo que significa la violencia contra las mujeres, lo que significa vivir con miedo y encerradas durante 10 años…
- En este mundo globalizado, de la información y de las redes sociales, yo creo que hay dos noticias que han impactado mucho: la noticia de la joven violada en el transporte público en la India, y luego estas tres jóvenes que durante diez años estuvieron secuestradas. Yo creo que eso pone de manifiesto que todavía vivimos en un sistema patriarcal donde las mujeres seguimos siendo moneda de cambio, seguimos siendo objetos de este sistema y no sujetas de derecho. Pero lo que pasa hoy en día es que el mundo ve con horror estas noticias, hace veinte años no se entendía que esa violencia fuera noticia porque eran ‘cosas que pasaban’… pero no eran noticia.
Los Estados nos están reportando que si bien hoy en día hay mayor juzgamiento por violencia contra las mujeres y las niñas, eso no ha tenido un impacto en la incidencia en bajar la violencia contra las mujeres y las niñas. Que quiero decir: que la aplicación de la ley y el juzgamiento del hecho no han sido suficientemente ejemplarizantes para que hoy en día las tasas de violencia hayan disminuido. El gran desafío que tenemos es en la prevención y luego la erradicación de la violencia.
Hay temas que no hemos abordado, por ejemplo: los medios de comunicación y el uso de las mujeres como símbolo objetual. Yo creo que uno de los desafíos más grandes que tenemos en la Región es el mal uso que tienen los medios masivos de las mujeres como moneda de cambio. Cuando decimos que la violencia es un hecho aprendido es verdad… hay una cadena de violencia en que los hijos que viven en una familia violenta tienden a reproducir la violencia… pero también se ha demostrado que muchas familias reproducen violencia no porque la hayan aprendido del lecho materno o de la familia nuclear, sino porque hay un sistema que facilita, favorece, anima y alienta la violencia como herramienta. Estamos hablando de la reproducción de la violencia por el sistema patriarcal, y es allí donde el Estado tiene que intervenir, y tiene frente a los medios una obligación de regular. Pero todavía no se está trabajando porque hay una tensión entre el derecho de los medios a la libertad de expresión y el derecho de los Estados a regular. Es un tema complejo que se tiene que trabajar porque sino esa tensión no se aborda.
Mujeres “públicas”…
-Hace unas semanas, a pocas cuadras de este lugar, Jenny Ramos, una ciudadana colombiana migrante, que ejercía el trabajo sexual en Chile murió al caer desde el balcón de un edificio mientras estaba con un cliente. Organizaciones que defienden los derechos de las mujeres criticaron la rapidez con que la fiscalía calificó el hecho como accidental… el caso pone sobre la mesa temas complejos: migración, trata de personas, trabajo sexual. En su opinión, ¿los funcionarios de la justicia que trabajan en el continente están capacitados para responder con una mirada de género a estos fenómenos que son complejos?
- Cuando nosotros trasladamos la educación estereotipada a los adultos, tenemos adultos en los sistemas de administración de justicia convencidos de que las mujeres son objetos del sistema y no sujetas de derecho. Cuando nosotros analizamos las muertes violentas de mujeres que tuvo Ciudad Juárez, lo que se pone de manifiesto es que en las investigaciones judiciales se trata de demostrar el comportamiento femenino, no el comportamiento del agresor. Trataban siempre de identificar que esas jóvenes habían desaparecido porque esas mujeres se habían ido con uno varios hombres, porque tenían un “mal comportamiento”… porque “se vestían inadecuadamente”… poniendo la responsabilidad sobre lo que estaba ocurriendo no en la violencia del sistema, sino en un hecho vinculado con el comportamiento poco adecuado de ciertas y determinadas mujeres. Cuando analizamos cómo se construyó en los sistemas legales el tratamiento de la violencia hacia las trabajadoras sexuales, podemos ver que en la mayoría los países de la Región existían penas eximente de responsabilidad penal cuando la víctima era prostituta. En muchos casos la violación contra las trabajadoras sexuales no era delito o la pena estaba atenuada. Si revisamos la mayoría de los códigos penales que existen en la Región nos daremos cuenta que los delitos de violencia sexual no son delitos contra las mujeres, sino que “contra el honor y la reputación de las familias”. Con lo cual si una mujer no era miembro de una familia, no era lo que se quería cuidar.
Aborto y violencia
-Una pregunta que tiene que ver con Chile. A su juicio la prohibición legal de toda forma de interrupción del embarazo o de aborto, ¿se puede considerar una forma de violencia contra las mujeres?
- El Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Violencia (MESECVI) en lo que tiene que ver con aborto terapéutico ha tenido un doctrina muy clara, respecto a la necesidad de garantizarlo no sólo en caso de violación, sino también medidas claras para evitar el embarazo en casos de violencia sexual. Nosotras hemos venido reiterando la necesidad de que este sea un estándar interamericano, estándar que con un caso que acaba de resolver la Corte IDH, analiza que el artículo 4 sobre el derecho a la vida establecido en la Convención no significa que los Estados están en la obligación de prohibir el aborto como ha sido interpretado en múltiples ocasiones antes de esta decisión (…) yo creo que le corresponde a los movimientos de mujeres asumir protagónicamente la lucha a o interno, porque como en todas las sociedades los temas legislativos pasan por cómo la sociedad responde y se activa frente ciertos fenómenos.
Sistema Interamericano de DD HH
-Para concluir, en marzo pasado la Asamblea General de la OEA terminó una discusión que duró varios meses y que buscaba reformar el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Al final prevaleció la idea de que había que “nivelar hacia arriba” sin afectar el funcionamiento de las relatorías y de la Comisión . En su opinión, ¿qué aspectos reales del sistema habría que fortalecer?
- El Sistema Interamericano de Derechos Humanos fue un sistema que en su momento visibilizó situaciones que no se veían en la Región, y que dieron paso a la interpretación del derecho desde una perspectiva muy avanzada, muy progresista. Creo que a lo largo de 50 años el sistema ha tenido muchas idas y venidas. Es un aún sistema frágil en lo que tiene que ver con la independencia real, es dependiente en términos de recursos económicos, es frágil a las presiones de determinados intereses, pero eso no significa que el sistema para muchas personas no sea un elemento fundamental. Todavía requiere generar los mecanismos internos que permitan que realmente sea fuerte, imparcial, universal en el acceso, lamentablemente la CIDH y la Corte siguen teniendo límites para que todo el mundo pueda acceder, porque no todo el que tiene un caso real llega porque no tiene los recursos o porque es lento… hay muchas elementos que se podrían mejorar, pero sin lugar a dudas el Sistema ha sido en estos 50 años un estandarte de análisis y progresos en Derechos Humanos, y ha dado pie para que grandes e importantes decisiones en las vidas de las mujeres pongan en acción el trabajo de los movimientos femeninos, y eso es algo indiscutible.-

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